Restaurante Concha y Toro: Bodega 1883

Para elegir el vino perfecto para un aperitivo, entrada o picoteo, considera las siguientes variables:

Peso de la proteína de la comida

El éxito en el maridaje de un picoteo y un vino depende del equilibrio entre el peso de la proteína de la comida y el cuerpo del vino. Por ejemplo, un ceviche de pescado aliñado con jugo de limón y un bouquet de hierbas, no es un buen complemento para un vino tinto con cuerpo. En este caso el vino va a dominar el plato y producir un verdadero corto circuito en el paladar. Un plato como este necesita un vino blanco, fresco y con buena acidez, como Trio Sauvignon Blanc.

¿Pero qué pasa si el picoteo es más especiado y con más estructura, como uno con carne mechada? En este caso se debe considerar un vino tinto que armonice con la carne de vacuno. Esto depende además de su método de preparación. En el caso de preparaciones con largas horas en el horno, que produce sabores más complejos, necesita un vino tinto de cuerpo muy definido, con buena acidez, pero también con ricos taninos como Trio Cabernet Sauvignon.

Picoteos vegetarianos

Tal como en el punto anterior, lo más importante a tener en cuenta son los diferentes pesos de la proteína, en este caso vegetal. Por ejemplo, unas tostaditas con hummus de garbanzos tienen menos peso que una mini pita con pasta de porotos negros.

Con la primera opción se sugiere servir un vino blanco de cuerpo mediano, como Frontera Specialties Auténtico Blanco (una mezcla de cepas muy aromáticas como Riesling, Viognier y Chenin Blanc), mientras que para el segundo plato se recomienda un vino como Frontera Specialities País (un vino tinto de cuerpo mediano y con rica jugosidad).

Método de cocción

Es bien sabido que los platos cocinados tienen menos peso que los grillados. Además los aliños juegan su papel. Por ejemplo, si sus picoteos consisten en embutidos de varios estilos, tales como longanizas de cerdo, salami, jamones crudos y ahumados, algún vino de cuerpo mediano es una buena opción. Casillero del Diablo Carmenere es una excelente elección, con una rica jugosidad, notas picantes en su bouquet y muy versátil para este tipo de productos. Si las longanizas, chorizos o mini hot dogs se preparan en la parrilla, por otro lado, el vino elegido deberá tener más cuerpo En este caso, el recomendado es Casillero del Diablo Cabernet Sauvignon.

La fritura es otro método de cocción que influye mucho en el maridaje. Generalmente con estas recetas corresponde un vino espumante, fresco y crujiente, con una rica acidez que limpie y reduzca la sensación de fritura. Un plato o aperitivo de camarones fritos, por ejemplo, va muy bien con Casillero del Diablo Devils Collection Brut. Y si el menú consiste en mini hamburguesas de falafel, un vino rosado como Frontera Cabernet Blush aportará frescura, además de una buena estructura.

Carnes rojas Grasas: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Malbec, estas cepas son de alta intensidad tánica.
Carne de caza: Syrah

Pastas italianas: Ñoquis, Canelones, Lasaña a la italiana, Agnolotti, Lasaña vegana (berenjena)

Cuando elijas un vino para aperitivos, picoteos y entradas considera las variables:

• Identificar la característica principal de tu plato. Por ejemplo, ¿lo que más puedes sentir es su dulzor?, ¿la acidez?; Sabiendo sus características puedes elegir el mejor vino según el resultado que quieras lograr.
• "El dulce solo va con dulce" Como dice Miro Popic en su Manual del Vino “el dulzor del vino siempre debe ser igual o superior al que está en el plato”. Ahora bien, si prefieres un maridaje por contraste, ¡el mundo del vino es para vivirlo experimentando!, así que, adelante.
• Conoce el grado de dulzor de tu plato, de él dependerá el vino a elegir. Por ejemplo, con postre como tiramisú, se recomienda un vino dulce como un vino blanco Moscato Rosé, que acompañaría de excelente manera el dulzor de este postre. Por otra parte, si tienes un postre donde lo que más puedes sentir es la fruta ácida te recomendamos un vino dulce como un Late Harvest.

• Identificar la característica principal de tu plato. Por ejemplo, ¿lo que más puedes sentir es su dulzor?, ¿la acidez?; Sabiendo sus características puedes elegir el mejor vino según el resultado que quieras lograr.
• "El dulce solo va con dulce" Como dice Miro Popic en su Manual del Vino “el dulzor del vino siempre debe ser igual o superior al que está en el plato”. Ahora bien, si prefieres un maridaje por contraste, ¡el mundo del vino es para vivirlo experimentando!, así que, adelante.
• Conoce el grado de dulzor de tu plato, de él dependerá el vino a elegir. Por ejemplo, con un postre como el tiramisú, se recomienda un vino dulce como el Moscato Rosé, que lo complementa de excelente manera. Por otra parte, si tienes un postre en el que lo que más puedes sentir es la fruta ácida te recomendamos un vino dulce como un Late Harvest.