¿Alguna vez te has preguntado cuál es el término correcto para referirse al lugar donde se guarda el vino? Esta interrogante es común entre aquellos que buscan tener un espacio para conservar sus vinos en casa. Aquí aprenderás no solo a definir y nombrar el espacio para guardar vinos en casa, sino también sobre los lugares donde se guarda el vino durante el proceso de elaboración.
¿Cuál es el lugar donde se guarda el vino durante la producción?
Comúnmente, el espacio destinado al resguardo del vino se denomina bodega. Estas estructuras, ya sean construcciones especializadas o sitios subterráneos, albergan depósitos en forma de barril y están diseñadas con condiciones óptimas que garantizan el mantenimiento adecuado del vino. Desde el control de la ventilación y la temperatura hasta la regulación de la humedad, las bodegas proporcionan un ambiente propicio para conservar de buena manera el vino.
Tal vez hayas considerado que la respuesta a la pregunta central del artículo era “enoteca”, pero en realidad existen matices que hacen que la única solución adecuada sea “bodega”. Una enoteca es más bien un establecimiento donde se comercializa vino y se centra principalmente en difundir la cultura del vino y organizar eventos como degustaciones y concursos.
Entonces, aunque una enoteca almacena vino, su función principal es la venta a los clientes, a diferencia de una bodega cuya principal finalidad es almacenar el vino durante el tiempo que sea necesario.
Tipos de bodegas de vino
Posterior a la fermentación y antes de su embotellado, los vinos atraviesan un periodo llamado guarda, que puede extenderse desde semanas hasta años en diversos tipos de recipientes. Este período, comúnmente asociado al uso de barricas, desempeña un papel crucial al resguardar al vino de su entorno, prevenir el contacto directo con el oxígeno y evitar su transformación en vinagre.
Además, influye en sus sabores, texturas, aromas y color, ya que con el tiempo, el vino experimenta una maduración que integra armoniosamente estos elementos.
Es esencial destacar que la guarda no se limita a barricas de madera; también se lleva a cabo en estanques de acero inoxidable.
Bodegas de barricas de madera
Si eres un apasionado del vino, es probable que hayas degustado un Cabernet Sauvignon con matices ahumados, a chocolate o vainilla, todos provenientes de la influencia de la madera. Principalmente, el roble europeo y el americano desempeñan roles destacados, mientras que en los pipeños chilenos también se utiliza el Raulí. Mientras que el roble europeo aporta notas más sutiles, el americano otorga matices robustos, especialmente apreciados por vinos de mayor estructura como el Cabernet Sauvignon.
Los barriles, con variados niveles de tostado, pueden ser nuevos o usados, y su tamaño, como los fudres, puede alcanzar desde 1.000 hasta 50.000 litros. ¿Qué implica esto? Cuanto mayor sea el tostado, más pronunciadas serán las notas ahumadas, y viceversa. Además, barricas más pequeñas y recientes ejercen una mayor influencia en el vino.
La madera nueva aporta más taninos al vino, componente que brinda astringencia y estructura, estabiliza el color y prolonga su envejecimiento en la botella, como una taza de té fuertemente infusionada. Con el tiempo, los poros de la madera se obstruyen, perdiendo la capacidad de transferir taninos y sabores, pero contribuyen a la microoxigenación, permitiendo que el vino envejezca gradualmente, suavizando astringencias y complejizando sus sabores. En última instancia, la “receta final” recae en la decisión del enólogo.
Bodegas de acero inoxidable
En ocasiones, los enólogos optan por no incorporar las características de la madera con el propósito de lograr un vino más juvenil, fresco, frutado y ligero, especialmente en varietales. También puede deberse a la creencia de que ciertas variedades no se beneficiarán de los atributos de la madera, particularmente si el vino carece de taninos que requieran suavización, como sucede con blancos o tintos con presencia limitada de estos, como el Cabernet Franc.
Los tanques de acero inoxidable, al ser herméticos y fabricados con un material inerte, resultan ideales para preservar aromas con mínima exposición al oxígeno. Sin embargo, el vino necesitará más tiempo para alcanzar niveles de evolución comparables a los obtenidos con la madera u otros materiales porosos como la arcilla, porcelana o concreto. Un ejemplo destacado es el Terrunyo Sauvignon Blanc 2019, que tuvo una guarda durante 6 meses en tanques de acero inoxidable, que exhibe un carácter expresivo y jugoso, destacando la fruta sobre su capacidad de guarda. No obstante, variedades blancas menos aromáticas, como el Chardonnay, suelen beneficiarse de la crianza en barricas para adquirir complejidad.
¿Qué son los vinos de guarda?
Los vinos de guarda son aquellos que cuentan con las cualidades apropiadas para envejecer en botella. Este atributo se encuentra comúnmente en vinos tintos de renombre, especialmente aquellos que han experimentado un significativo proceso de envejecimiento en barrica. Cabe destacar que, aunque menos común, algunos vinos blancos también pueden beneficiarse de la guarda.
Los vinos de guarda destacan por su capacidad para evolucionar con el tiempo en la botella. Por otro lado, existen otros vinos que han sido elaborados para ser disfrutados en el año de su producción. En ambos casos, la clave radica en abrirlos en el momento óptimo.
La mayoría de los vinos espumosos, los rosados, los blancos sin crianza en madera y los tintos ligeros y poco tánicos alcanzan su esplendor en su juventud y no mejoran con el envejecimiento. Sin embargo, como en toda regla, existen excepciones; guardar durante años los vinos más robustos puede conducir a gratas sorpresas.
Por lo general, los vinos envejecidos en barrica muestran intensidad en su juventud y demandan más tiempo para alcanzar su plenitud, perfeccionando su bouquet, y suavizando sus taninos.
Cava: el lugar para guardar el vino en casa
¿Tienes una botella y no sabes dónde almacenarla? Es posible que, al probar el vino después de algunos días abierta, hayas notado una disminución en su calidad. Es completamente normal cuestionarse si se está cometiendo algún error.
Guardar botellas de vino en casa es una práctica común en muchas familias, cada una con su rincón dedicado a su colección personal. A pesar de su popularidad, existen errores típicos en el almacenamiento del vino que muchos cometen.
Si buscas almacenar vinos en tu hogar, considera adquirir una cava, una especie de cámara frigorífica diseñada para preservar los vinos en condiciones ideales. En Chile, diversas tiendas, incluidas las de retail, ofrecen diferentes opciones que se encuentran disponibles para la venta.
Recomendaciones para guardar el vino en casa
Como ya lo mencionamos, existen armarios climatizados que garantizan una temperatura constante, y también hay modelos con múltiples cajones cuya regulación puede ajustarse de manera independiente. Sin embargo, dejamos algunos consejos adicionales para conservar el vino de manera óptima en casa.
Consejos para almacenar el vino en casa:
- Mantener una temperatura constante: Evita almacenar el vino a temperatura ambiente. La temperatura sugerida es entre 8º y 15º.
- Guardar en posición horizontal: Ubica la botella en posición horizontal para así mantener el corcho húmedo y prevenir que entre oxígeno.
- Ambiente oscuro y silencioso: Protege el vino de la luz, ruido, olores y vibraciones externas.
- Evitar luz directa: La luz directa puede oxidar el vino, afectando su sabor y color.
Cómo conservar el vino tinto abierto:
- Temperatura: Conserva el vino tinto refrigerado si este está abierto, ya que, a diferencia de los blancos y rosados, este es más sensible a la temperatura.
- Oxígeno: Tapa el vino inmediatamente con su corcho o utiliza uno especial con sistema de extracción de oxígeno.
Cómo conservar el vino blanco abierto:
- Aplica las mismas reglas: Evita altas temperaturas y exposición al oxígeno, como se mencionó anteriormente.
Estos consejos te ayudarán a mantener la calidad de tus vinos tanto cerrados como una vez abiertos.